Alguna vez, por cierta razón de encabronamiento, sátira o nomás por decirlo, hemos mandado al político, al mamón de la cuadra, o a cualquier wey “A LA VERGA”. Ahora esto es posible, literalmente; los podemos mandar a la verga, o en este caso a “Vergas, Minnesota” en el Gabacho. Sólo asegurense de que el mandado a la verga tenga visa o de haber conseguido un buen pollero.
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